El calor mortal sigue siendo motivo de preocupación en las cárceles de Texas

HOUSTON (AP) — En medio de una ola de calor de verano que ha llevado las temperaturas en algunas prisiones de Texas sin aire acondicionado a 100 grados Fahrenheit (38 Celsius), muchos reclusos temen morir o enfermarse gravemente por el calor y creen que las medidas tomadas por los funcionarios para mitigar las condiciones peligrosas siguen siendo insuficientes, según un nuevo informe.

El informe llega cuando el director del sistema penitenciario de Texas les dijo a los legisladores esta semana que las opresivas condiciones de trabajo causadas por la falta de aire acondicionado en muchas de las unidades del estado probablemente contribuyan a las dificultades que tienen los funcionarios para cubrir las 7,000 vacantes de trabajo en las prisiones.

“Sin aire acondicionado o temperaturas reguladas, el sistema continuará bajo un estrés extremo y los miembros de la población (del Departamento de Justicia Criminal de Texas) permanecerán al borde de posibles emergencias de salud. Esto podría matarlos, pero si no es así, ciertamente degradará su salud con el tiempo”, según un informe publicado esta semana por el Centro de Recuperación y Reducción de Riesgos de la Universidad Texas A&M y Texas Prisons Community Advocates, un grupo de defensa de los reclusos. .

Activistas y otros han criticado mucho la falta de aire acondicionado en el sistema penitenciario de Texas, que tiene 120,000 reclusos. Solo el 30% de las unidades penitenciarias de Texas tienen aire acondicionado.

En 2017, el juez federal de distrito Keith Ellison en Houston dijo que el sistema penitenciario más grande del país era “deliberadamente indiferente” a los riesgos de calor y sometía a los reclusos a “un riesgo sustancial de lesiones graves o la muerte”.

Los comentarios de Ellison se produjeron como parte de un acuerdo de una demanda presentada por los reclusos en una unidad.

Texas es uno de al menos trece estados de EE. UU. que no tiene aire acondicionado universal en las prisiones estatales, según el informe de la universidad.

A raíz del acuerdo, el Departamento de Justicia Criminal de Texas, o TDCJ, formalizó muchas de las políticas de mitigación del calor que había estado siguiendo, incluida la provisión de agua y hielo, la creación de áreas de descanso donde los reclusos podían refrescarse y permitirles comprar elementos refrescantes como ventiladores o toallas.

Pero el informe de la universidad calificó los procedimientos vigentes como “ineficientes e ineficaces”, ya que no están diseñados para ofrecer un alivio en todo el sistema, sino que dependen de empleados penitenciarios con exceso de trabajo para ofrecer ayuda de forma individual a los reclusos mientras también sufren el calor ellos mismos.

Como parte del informe, se encuestó a 309 reclusos de Texas sobre sus experiencias.

“Me desmayé cuatro veces en mi celda y no se presentaron informes y no recibí atención médica”, escribió un recluso.

Otros reclusos describieron haber visto a los prisioneros desmayarse por el agotamiento mientras trabajaban afuera en el calor y no se les permitía ir a las áreas de descanso donde podían refrescarse.

“Este problema seguirá empeorando con el aumento de las temperaturas anuales”, dijo el martes Carlee Purdum, profesora investigadora de Texas A&M que ayudó a escribir el informe, al Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes de Texas.

Anteriormente en la reunión, Bryan Collier, director ejecutivo del Departamento de Justicia Criminal de Texas, dijo que en los últimos 10 días, la temperatura promedio dentro de las áreas de alojamiento en prisiones sin aire acondicionado fue de 91.4 grados Fahrenheit (33 Celsius), con cinco unidades que tienen temperaturas promedio de más de 100 grados Fahrenheit (38 Celsius).

En lo que va del año, seis reclusos y 11 empleados han recibido tratamiento por enfermedades relacionadas con el calor. No ha habido muertes relacionadas con el calor en las prisiones de Texas desde 2012, dijo Collier. Hubo 17 muertes entre 2000 y 2012, con 10 de esas muertes solo en 2011, cuando Texas experimentó una ola de calor récord.

Pero Collier les dijo a los legisladores que el sistema penitenciario tiene “una amplia gama de cosas que hacemos para controlar el calor”, incluido proporcionar hielo y agua adicionales en las áreas de alojamiento y capacitar al personal para monitorear las temperaturas y cerrar actividades cuando las temperaturas suben demasiado.

Collier dijo a los legisladores el martes que instalar aire acondicionado en todas las unidades penitenciarias del estado costaría alrededor de $1,100 millones.

Un proyecto de ley que habría requerido que TDCJ instalara aire acondicionado no se aprobó durante la sesión legislativa del año pasado.

El representante estatal Carl Sherman, D-DeSoto, dijo que se puede proporcionar aire acondicionado en las prisiones de Texas “si tenemos el deseo de hacer esto”.

“Se trata de ser políticamente humanos”, dijo Sherman.

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