Guatemalteco condenado a 20 años de cárcel por secuestro y solicitación en Texas

WACO, Texas (TELEMUNDO CENTRAL TEXAS) - Un guatemalteco que arrastró a una niña a su apartamento el año pasado y trató de agredirla sexualmente antes de ofrecerle dinero por favores sexuales fue condenado a 20 años de prisión el miércoles.
Un jurado de la Corte Estatal del Distrito 19 condenó a Lisandro Carrillo-Velasquez por secuestro agravado y solicitud de prostitución de una menor en un incidente ocurrido el 6 de noviembre de 2022, en el que retuvo a una niña de 15 años contra su voluntad antes de que ella escapara a través de la puerta con triple cerradura de su apartamento en West Waco.
Los jurados rechazaron la solicitud de libertad condicional de Carrillo-Velásquez y recomendaron que el juez Thomas West lo sentenciara a 20 años de prisión por el cargo de secuestro y a 10 años de prisión por el cargo de solicitación.
Carrillo-Velásquez, que también está detenido por una orden de retención de inmigración, cumplirá las sentencias simultáneamente y se le debe dar crédito por cumplir al menos 10 años de prisión antes de que pueda solicitar la libertad condicional.
Asistente del Fiscal de Distrito Kristen Duron, quien procesó el caso con Liz Buice, dijo que las acciones de Carrillo-Velásquez eran “aterrador y peligroso.”
“Nuestra valiente víctima denunció y enfrentó lo sucedido en la oscuridad para que el jurado pudiera declararlo culpable y castigarlo como corresponde. La comunidad está más segura gracias a este resultado”, dijo Duron.
El abogado de Carrillo-Velásquez, Jack Hurley, se negó a hacer comentarios tras los tres días de juicio.
La adolescente, de origen hondureño, declaró el martes que se dirigía al apartamento de su familia en Ruby Avenue y atravesó un complejo de apartamentos en Staton Drive cuando Carrillo-Velásquez la agarró del brazo y empezó a tirar de ella hacia su apartamento.
Ella trató de alejarse, pero testificó que Carrillo-Velásquez, a quien no conocía, le apretó el brazo y la empujó a la fuerza hacia su apartamento. Dijo que la obligó a sentarse en la cama mientras cogía algo negro que tenía a su lado. Dijo que no sabía lo que era, pero temía que pudiera ser algún tipo de arma.
Empezó a llorar y le suplicó que la soltara. Él se negó, pero le aseguró que todo iba a salir bien.
Ella gritó y Carrillo-Velásquez le dijo que parara. Intentó marcharse, pero no pudo abrir la puerta antes de que él la detuviera. Dijo que la besó, le metió mano en la pierna y la acarició antes de que se pusiera a llorar de nuevo. Le dijo que si mantenía “relaciones” con él, la dejaría marchar.
Ella se negó y Carrillo-Velásquez, trabajador de la construcción que cojea de forma pronunciada debido a una lesión en la pierna, le ofreció pagarle 500 dólares para que mantuviera relaciones sexuales con él. Ella dijo que fue capaz de abrir las cerraduras de la puerta y escapó después de que él se alejara por un momento.
En las declaraciones finales del miércoles, Hurley dijo que Carrillo-Velásquez no necesita ser encerrado por el resto de su vida y pidió al panel de 11 hombres y una mujer que consideren recomendar que sea puesto en libertad condicional y supervisado en los casos de delincuentes sexuales. “A pesar de sus negativas, a pesar de su desacuerdo con sus veredictos, su crisis en el estrado hoy podría describirse como el comienzo de su remordimiento”, dijo Hurley.
Duron y Buice dijeron a los miembros del jurado que sería ridículo considerar la libertad condicional en el caso, añadiendo que las penas de prisión serían la única manera de proteger a los niños de nuestra comunidad de Carrillo-Velásquez.
Buice dijo que, a pesar de que el delito no implicaba penetración sexual, el incidente se cobró la inocencia de la joven y tuvo un efecto desgarrador en su familia.
“Hizo que su primera experiencia sexual fuera una proposición como prostituta de 500 dólares”, dijo Buice. “Tiene que ser castigado por intentar convertirla en prostituta. Era una niña”.
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