Texas demanda a la administración de Biden para detener el programa que reúne a niños Centroamericanos con sus padres

El fiscal general de Texas, Ken Paxton (Fuente: The Texas Tribune)
El fiscal general de Texas, Ken Paxton (Fuente: The Texas Tribune)
Publicado: 8 feb 2022, 12:02 GMT-6
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El fiscal general de Texas, Ken Paxton, y otros siete fiscales generales presentaron una demanda pidiendo a un juez federal que detenga un programa de inmigración de la administración Biden que permite que algunos niños centroamericanos emigren legalmente a los Estados Unidos y se reúnan con sus padres o tutores legales, incluyendo aquellos que tienen solicitudes de asilo pendientes.

La demanda, presentada en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Amarillo, afirma que el Programa de Menores Centroamericanos “desafía el sentido común” y está recompensando a “aquellos que violan la ley”.

El programa fue creado en el 2014 bajo la administración de Obama para permitir que los niños de El Salvador, Guatemala y Honduras se reúnan con sus padres en los Estados Unidos en lugar de usar contrabandistas para ingresar ilegalmente al país. En 2017, la administración Trump puso fin al programa. En Marzo de 2021, la administración de Biden lo reinició.

Bajo Obama, el programa se limitó a los hijos de padres biológicos o padrastros que tenían un estatus migratorio legal. La administración de Biden lo amplió para incluir a los tutores legales de los niños y a los padres con casos de asilo pendientes.

Los niños deben tener 21 años o menos y no estar casados para calificar para el programa. Tanto los padres como los niños deben proporcionar muestras de ADN, y los tutores también deben proporcionar documentación para mostrar evidencia de su relación con el niño.

El proceso de aprobación puede tomar de seis meses a un año. Si se aprueba, los niños pueden ingresar legalmente a los Estado Unidos como refugiados, lo que crea un camino hacia la ciudadanía, o como personas en libertad condicional, lo que ofrece un permiso de trabajo. Ambos requieren una verificación de antecedentes y autorización del gobierno federal.

Los funcionarios de inmigración recibieron 12,100 solicitudes para el programa y tomaron decisiones sobre 6,300 casos, aprobando el 99% de ellos, antes de que la administración Trump finalizara el programa en Marzo de 2017, según un informe del Instituto de Política Migratoria, un grupo de expertos que estudia los patrones de inmigración. De los aprobados, 4,600 beneficiarios viajaron a Estados Unidos.

Los fiscales generales dicen que la administración de Biden no tiene autoridad para ejecutar el programa porque no fue aprobado por el Congreso. También argumentan que el programa impone una carga financiera a sus estados porque tienen que brindar servicios a los niños, como educación y atención médica.

Los otros estados que se unen a la demanda son Arkansas, Alaska, Florida, Indiana, Missouri, Montana y Oklahoma.

Texas ha sido una espina en el costado de la administración Biden, presentando demandas que han bloqueado al gobierno federal en dos importantes programas de inmigración. El primero, presentado en 2018, impidió que el gobierno aceptara nuevos solicitantes de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, conocido como DACA, un programa de 2012 que permite que algunos inmigrantes indocumentados jóvenes obtengan permisos de trabajo renovables y los protege de la deportación siempre que no lo hagan. No tengo antecedentes penales.

En otra demanda, un juez federal falló a favor de Texas en agosto y ordenó a la administración de Biden volver a implementar los Protocolos de Protección de Migrantes, conocidos informalmente como “permanecer en México,” una política de la era Trump que hace que los solicitantes de asilo esperen en México mientras los casos se abren camino a través de los tribunales de inmigración de Estados Unidos.